“Con optimismo y tranquilidad”

El Guti manifestó cómo afronta un nuevo clásico, y sostuvo que cada uno de ellos es diferente.

Se aproxima un nuevo enfrentamiento con el tradicional rival, el plantel de Nacional se prepara para ello, consciente de la relevancia del encuentro. Igualmente, el entrenador tricolor, manifestó que “optimismo y tranquilidad de que, si bien no es un partido más, a la larga son tres puntos”.

“Será un partido difícil, en su cancha. Nosotros estamos preparados y concientizados porque sabemos que cada clásico es totalmente diferente”, dijo, dejando a un lado los antecedentes en este tipo de encuentros, ampliamente favorables para él.

Por otra parte, sostuvo que el Decano se enfrentará al “equipo que va primero y que ha hecho el desembolso económico más grande de Uruguay”, respecto a sus incorporaciones.

“Ahora no hay tanta diferencia de puntos”, puntualizó, puesto que Nacional se puso a dos puntos de Peñarol en la tabla de posiciones y, ahora sí recordando clásicos anteriores, continuó: “hubo veces que uno llegaba primero con muchos puntos a favor y no se vio una superioridad en la cancha”.

También habló respecto al posicionamiento en que Camilo Cándido culminó el encuentro ante River Plate, como volante. “Fue pensando en ver los rendimientos, ir conociéndolos más y ver otra variante”, dijo. “Lo que quería era cerrar ese partido sacando a Federico Martínez, que en muchísimo tiempo no había hecho 90 minutos. Después, Cándido metió el tercer gol”, agregó.

A esto último, precisamente, se relaciona el cuidado que Nacional deberá tener con ese sector de la cancha en el clásico, cuando deba marcar a Ignacio Laquintana, jugador que, según Gutiérrez, es “uno de los puntos fuertes” del tradicional adversario. “No podemos pensar solo en eso. Debemos ocuparnos de esa situación, pero tenemos varios otros puntos fuertes de Peñarol para prestar atención, y ver cómo minimizarlos y cómo explotarlos, porque también le podemos encontrar alguna debilidad”, siguió.

“Vamos a tener en cuenta su punto fuerte y sus características, pero no es solo cambiar un jugador. Tal vez con alguna corrección de marca o un ajuste táctico se puede solucionar. Si podemos solucionarlo de otra manera, no perdemos la subida de Cándido, que puede hacer daño también”, enunció.

Aseguró, por otro lado, que la capitanía del equipo la seguirá teniendo Sergio Rochet, más allá de que Diego Polenta hubiera usado la cinta ante River, y de que el ‘Patrón’ sea una persona que aprecia “muchísimo”.

Además, habló sobre la sanidad del equipo. “Algunos están dados de alta fisiológicamente, pero no para 90 minutos. En este tipo de partidos que se entrega el 110% uno con la mente más fría debe ir regulando esos esfuerzos”, manifestó, y comunicó que los lesionados “están entrenando bien”, y “habrá que ver qué cantidad de minutos pueden llegar a jugar”.

Respecto a la disposición de un equipo para un encuentro de la magnitud del del sábado, indicó: “He jugado clásicos con tres volantes de contención y hasta con cuatro, una vez que puse a (Jorge) Fucile por la derecha. También he jugado con uno de contención y dos mixtos”, y manejó “dentro de las posibilidades”, parar a tres volantes de marca en la oncena.

“Lo que me tiene tranquilo es la predisposición de los jugadores. La entrega que tuvieron el otro día fue de los puntos fuertes, aunque no salieran las cosas en los primeros minutos. Errar un pase es un tema de capacidad, y a veces hasta emocional, pero correr, marcar y darle para adelante a los compañeros es voluntad, y la voluntad está”, afirmó.

Apuntes tomados

Sobre el partido en el que Nacional venció 3 a 0 a River, el técnico valoró: En algunos aspectos lo vi bien -al equipo- y en otros hay muchas cosas por mejorar. En los primeros 20 o 25 minutos no me gustó la manera de marcar ni de salir al ataque. Estuvimos muy imprecisos. Luego, de a poquito, fuimos mejorando, capaz que con algunas correcciones. Después del primer gol nos sentimos más tranquilos y pudimos ganar precisión gracias a la tranquilidad. El segundo tiempo fue mucho mejor todavía”.

“Busqué, y no lo logré, que los zagueros rivales no tuvieran la referencia de un nueve, y que cualquiera pudiera caer por cualquier lado. Realmente creo que no salió del todo bien y después traté de definir quién iba más arriba y quién más abajo (si Franco Fagúndez o Gastón Pereiro). Habíamos tenido poco tiempo de trabajarlo, pero confío en que eso se pueda llegar a dar”, cerró.

Enzo Correa