Por decano.com
9 Jul 2015
entrevista

Dramaturgo, periodista, novelista, poeta, dirigente del Movimiento de Liberación Nacional, Mauricio Rosencof es un referente de la cultura uruguaya. Y es bolso.

Mauricio Rosencof es contemporáneo y amigo de otros íconos culturales -también bolsilludos- como Mario Benedetti y Eduardo Galeano. Sus obras han sido traducidas al holandés, alemán, turco y francés, además de ser publicadas en España y Argentina. Desde 1960 se han producido veinticinco estrenos de sus obras en Uruguay, Argentina, Suecia, Finlandia, España, México, Alemania, Noruega y Cuba, entre otros.

Rosencof posee una cualidad que parece inherente a su generación, es un gran narrador de historias, capaz de transportarnos temporal y geográficamente.

Esta entrevista coincidió con el día de su cumpleaños número 82. Al momento de coordinarla, cuando le planteamos la posibilidad de hacer una nota para hablar de Nacional, Rosencof respondió sin dudar “por la camiseta todo”.

Foto: staticf5a.lavozdelinterior.com.ar

Como dice un participante de nuestra web, hablemos de fútbol, o mejor aún hablemos de Nacional

Jajaja. Está buena esa.

¿El fútbol; tiene algo de poesía o de teatro?

Ambas. Si vos hubieras visto jugar a Aníbal Ciocca, no tendrías la menor duda de que eso era poesía. Le decíamos "el príncipe". Entraba con la medias caídas y te podía hacer cualquier cosa con la pelota. Cuando no tenía ganas de jugar había que sentarlo en el banco "del exterior" no el de suplentes. Era una fiesta.

Y para teatro,qué querés que te diga. Cada caída de estas que estamos  viendo, si fueran realmente por foul...

Tuviste un perro llamado Zapirain, ¿por qué Zapirain y no Atilio el homenajeado?

Yo era un botija y ese día fui al talud de la Colombes, estaba prendido al tejido y ahí lo tenía a Bibiano Zapirain, era al que tenía más cerca, y deslumbraba el hombre. En ese equipo había para elegir, pudo haber sido Atilio, pero ¡mirá que teníamos cada elemento en ese período! Uno se acuerda de la clásica: Luis E. Castro, Aníbal Ciocca, Atilio García, Roberto Porta y Bibiano Zapirain, pero si te ponés a pensar, dentro del plantel que teníamos -en una época en que no existía el irse para el extranjero-, teníamos a los hermanos Volpi -uno centrofóbal y el otro puntero-, a Juan A. Bugallo, Alberto Cerioni -aquel entreala izquierdo argentino- y al "Miseria" García que transmitía los partidos mientras llevaba la pelota ¿la tenías esa del "carreta" García?; "lleva la pelota el Miseria García, elude a uno, elude a otro...se enfrenta al juez". Fue todo un período. En aquella época de Nacional y del fútbol uruguayo, tenías un equipo que recitabas de memoria. Hoy en día, termina la temporada y no sabés cómo se va a conformar el equipo para la siguiente. Ese es el gran problema que tiene ahora Nacional.

Antes del Mundial 1950, se producen algunos de los primeros grandes pases al fútbol del exterior, a Colombia. De Argentina Alfredo Di Stéfano y de acá "el Cachorro" Raúl Pini, que hubiera sido el crack de Maracaná.

También en esa época River se nos llevó a Walter Gómez ¿quién le sacaba el puesto a Walter Gómez en Maracaná?, pero ese fue un pase rioplatense que eran habituales. Teníamos un flor de plantel, incluso con un golero extraordinario -Andrés Peñalva- que nunca llegó a jugar en el primero porque Paz (Aníbal) no agarraba gripe ni bajo cero.

En un inicio eran: Aníbal Paz; Raúl Pini y Secundino Arrascaeta . El "vasco" Arrascaeta era un crack ahí atrás, pero el problema que tenía era que no alcanzaba potencia en el despeje. Cada vez que sacaba una pelota no llegaba a media cancha, entonces se trajo a "el Tanque" Tejera. Después seguía: General Viana, Eugenio Galvalissi y Schubert Gambetta. El "Mono" Gambetta jugaba en cualquier posición, además tenían picardía, General Viana solía llevar la pelota recostada en la cabeza, mientras corría por la línea del óbol, y Gambetta era extremadamente rápido, después que se sacaba rivales de encima se sentaba en la pelota, entonces ¿vos me hablás de teatro? ¡fijate vos!, ¡estos eran entreactos de divertimento!.

Volviendo al motivo de la pregunta, el día que lo vi a Zapirain por la línea del tejido de alambre, coincidió con que los viejos me habían regalado un perrito, blanco con una mancha negra en el lomo -como corresponde- y entonces ¿qué nombre le iba a poner? ¡Bibiano Zapirain! En el barrio quedó "Zapi".

Foto: montevideo.com.uy

¿En esa época vivías en Palermo?

No, en ese momento vivía en el Parque de Los Aliados, al lado del Estadio, en Garibaldi e Ibirapitá.

Ahí no había mucho terreno baldío para jugar

¡Cómo no iba a haber! Estaba el baldío de la esquina de Garibaldi e Humaitá, donde las gallinas del gallego Menéndez ponían huevos y eran respetadas por nosotros, a la vez que él nos respetaba. Ahí no plantaba nada y nosotros le devolvíamos los huevos. Era un barrio. Había una cancha por Itacaú hacia abajo, era un barrio en crecimiento, por lo que encontrabas baldíos en todos lados. Acabo de sacar una novela que cuenta lo que era. Si sería joven que era un barrio que no tenía muertos. La novela relata justamente la muerte del Negro Varela. "La segunda muerte del Negro Varela" se llama. Varela muere en el baldío, y él tenía una  carretilla de mano con la que hacía mandados para vivir, y es en ella que el barrio lo traslada, se iba sumando gente en el camino. El velatorio era en unos ranchos -que la gente ni idea tiene en la actualidad de lo que era eso- , que estaban ubicados frente a la Olímpica, eran  cascos de chacra. En uno de esos, donde ubicaron la mesa del tute que cedió el boliche y otra de comedor que se pidió prestada también, se hizo el velatorio.

Cuando el cortejo pasa por Avda. Italia, los tranvías 8 y 24 -que eran los que iban a Malvín- , paran y ponen el trolley a media hasta porque eran todos del barrio.¡Imaginate! Bueno, ahí jugábamos.

¿Y quién era Mauricio Rosencof en el picado del barrio?

Yo, como todos los gurises tenía berretines, pero los míos estaban acentuados. Era zurdo, entonces me venía -del perro domiciliaro- el espirítu de puntero izquierdo. No me daba el cuero para practicar, jugué a nivel barrial, en el Tuyutí. De ahí surge la bronca que le tengo a un único cuadro, que es El Tanque. Una vuelta fuimos a jugar a Sayago, íbamos ganando 2 a 1, y en determinado momento veo que Ricardo Añón -que era puntero derecho- arranca a correr al grito de "¡Al camión, al camión!" "¿Pero qué pasa?" le digo. "No preguntes gil, corré", me dice. Nos cagaron a pedradas. Nos subimos como pudimos en el camión de Collazo -que tenía una empresa de camiones en la calle Ibirapitá-, tratando de trepar a medio vestir.

Te cuento que cuando salí de la cana, fui con Eduardo Galeano a la Olímpica, que jugaba Uruguay. Perdón, jugaba Nacional -mirá como asocio-, con Olimpia de Paraguay y marchamos. Ese fue mi reencuentro con la tribuna.

Foto: jornada.unam.mx

¿Nacional es Uruguay Mauricio?

Bueno, eso sería sectarizarlo un poco. Uno lo siente así, lo tiene integrado, lleva la camiseta en la piel, pero la celeste es otra cosa, es como si fuera la piel misma.

¿Cómo ves a Nacional hoy Mauricio?

Ahora están marchando mejor las cosas, porque aparece mucha gente de abajo y hay que tener material de exportación y de recambio. Tenemos que evitar convertirnos en un club de tercera edad, pero hay algunos, como el Chino Recoba que no deberían dejar los tarros nunca.

De la Libertadores del 71 y del 80...

...Ni me enteré. Estuve un  tiempo sin ir al fútbol.

Fuiste preso en el 72, ¿no tuviste oportunidad de ver algún partido de la campaña del 71?

Era difícil para sagitario.

Entonces la que pudiste disfrutar fue la del 88.

Seguro, para recuperar un poco el grito de gol. De todos modos, tenemos Nacional para rato y vamos a seguir nutriendo la camiseta a la vez que aportamos para la celeste.

Foto: revistaenie.clarin.com

Hay un  coterráneo tuyo, dirigente de  Nacional -José López Rubio- que se ufana al decir que en cada consagración de Nacional, hubo presente un floridense. ¿Existe una república de Florida también?

(Se ríe). Hay sí. Florida ha dado mucho para Nacional. Me acuerdo un partido, creo que era preliminar de un clásico, donde jugaba Florida, reciente campeón del interior. Me llamó la atención el nombre del golero de Florida. Se llamaba Lenin Contreras.

Bueno, esperemos el reinicio del campeonato a ver los recambios que hay, que es lo único que podemos esperar. Se van al exterior, hacen su carrera allá y después los traemos, a algunos en avanzado estado de descomposición, pero otros van tirando.

Te tiro un nombre y espero una reflexión: Luis Suárez.

Un jugador excepcional, con una visión de arco, una fuerza física y una rapidez mental que lo transforman en un fuera de serie.  Además le sumó a esto una actitud espiritual y mental que le permitieron sobrellevar las cretinadas, las canalladas de los Blatter, de la Conmebol, de Figueredo, y salir adelante con todas esas dificultades cuando lo criminalizaron de una manera humillante. Uno tiene la esperanza de que cuando borren a los titulares de la corrupción que siguen estando ahí, exista una amnistía para el Lucho y lo podamos tener antes de las Eliminatorias.

¿Te esperabas una caída de los dirigentes de la FIFA?

Es como la caída del Imperio Romano. Esto es un imperio que ha llegado a extremos de tener un Vaticano en Asunción, donde no puede penetrar nadie, es un territorio independiente. Aunque ahora parece que lo van a modificar, pero no nos engañemos, la misma gente que lo integraba sigue estando en la  vuelta.

Habrás visto centenares de clásico, posiblemente también el 6 a 0, pero la remontada del 2 a 1 fue, tal vez, más disfrutable.

Mirá, me quedo con el último clásico, en el que nos dimos el lujo de dejarle la pelota en el penal para evitar la acentuación del sufrimiento. Y no me hables de ese partido, porque las resoluciones de sanción "ejemplarizantes" están a la altura de lo que está pasando en el fútbol a nivel internacional. Hay que cuidarse de eso, de la aberración de esas barras bravas -o como quieran llamarlas- , que se nos ha escapado un poco de las manos. Estamos perdiendo la posibilidad de ir con los chiquilines y que sea un espectáculo para la familia, y hay que oír a dirigentes que dicen que  no toman medidas por temor a las represalias contra los vehículos o sus casas. Esto es una mafia, si no la enfrentás, te come.

Ernesto Flores

decano.com

Foto portada: montevideo.com.uy





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