Por Rodrigo Goldaracena
14 Ago 2019
entrevista
Scotti

Andrés Scotti habló con Nacional TV sobre su amor por el club y su vida post-retiro.

El video comienza con el recordado gol del exzaguero tricolor en la Bombonera que dio el triunfo 1-0 ante Boca Juniors por fase de grupos de Copa Libertadores, allá por el año 2013.

Scotti habló de su amor de familia por Nacional, de sus primeros pasos como futbolista, sobre su carrera profesional y acerca de sus proyectos en la actualidad.

¿Cómo son tus primeros pasos y cómo llegás al fútbol profesional?

Mucho deporte de niño, baby fútbol, fútbol en el colegio, fútbol en la Liga Universitaria desde los 13 años. Ahí había un equipo de mi familia, en un partido se lesionó uno y entré, ya empecé a jugar con 14 años, en ese momento no había juveniles. Empecé a sacar un poco de lomo y con un amigo decidimos ir a Nacional, que era el equipo más fuerte de la Liga, y quedamos. Comencé a jugar en Nacional Universitario, mi primer viaje en avión lo hice con Nacional yendo a jugar un campeonato Sub-20. Con 15 años me pongo a estudiar en Don Bosco una carrera técnica, un amigo me ve jugar y me invita a jugar al interior, me voy a jugar a Independiente de Flores y ahí juego tres años con mayores. Juego en la Selección de Flores en esos años y me vengo derecho a Primera unos meses a Central Español, de ahí a Wanderers y de ahí al exterior tres años a Chile y México; después vuelvo a Wanderers y luego a Nacional.

¿Cómo surge ese amor por Nacional en la infancia?

Eso es de familia, se transfiere de sangre a sangre. Desde que nacés ya te ponen la camiseta. Mi padre había jugado en Nacional, llegó a estar entrenando en la reserva. Toda la familia de mi madre, que son diez hermanos, son todos de Nacional. Somos ciento y pico y todos de Nacional, creo que hay dos tías que se casaron con algún hincha de Peñarol pero casi ni hablan. Los Ponce por el lado de mamá somos unos cuantos y los Scotti también; y somos todos bolsos. Siempre desde chico ir a la cancha, ir a la Ámsterdam, en el 91’ con Dely (Valdés) cuando hace los goles. Yo estaba estudiando en Artes Gráficas en Don Bosco y me acuerdo de llevar papel picado o ir pintado.

Recién repasabas todos los países en los que estuviste jugando. ¿Cómo es el tema de adaptación de los futbolistas al ir a jugar a otro país?

Más allá del jugador de fútbol hay un ser humano. No son máquinas que movés, no son Play Station que los manejás; el ser humano tiene emociones, alegrías, tristezas. En este tema la mente juega un partido clave y muchas veces no entendemos por qué los rendimientos oscilan tanto, pero atrás hay una persona que se puede haber peleado con la novia, puede haber tenido un problema de salud alguien cercano o puede estar triste por algún motivo. Podés llegar al mejor lugar del mundo y pasarla pésimo, como podés estar en el peor lugar del mundo y pasar de novela.

¿Qué pensabas hacer el día después de jugar al fútbol? Y para el hincha que ya no te ve los fines de semana, ¿qué andás haciendo?

Mi idea era retirarme y dejar un año para analizar bien qué iba a hacer. Sabía que dentro del deporte iba a estar seguro; ahora soy entrenador y estoy haciendo algunos cursos de gestión. Previo al retiro justo se despertó una idea que venía meditando hace tiempo con Walter Ferreira y Alberto Pan, que era el hecho de armar un lugar deportivo que tenga todo integrado lo que es nutrición y salud. Y justo previo al retiro, las cosas de la vida, me llega una propuesta para armar una clínica con un lugar de alto rendimiento. Me ofrecieron la gerencia pero les dije que no se los iba a aceptar porque lo quería armar yo desde mi lugar.

Lo mío se terminó concretando y lo de ellos no se concretó. Estoy feliz de haber hecho un Centro Deportivo con tres amigos más; Vicente Sánchez, Diego Godín y Mario Rebollo.

Encaramos el armado de un Centro Deportivo Integral, donde está la parte más importante en el deporte, en convencer a la gente que haga deporte y viva los beneficios que te da. También insertar una clínica dentro del Centro y un lugar de nutrición orientado a la comida saludable. El club se llama Centro Deportivo Integral Enfoque y hoy se puede decir que es un sueño hecho realidad porque viene marchando precioso y lo estamos disfrutando todos.

Rodrigo Goldaracena




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