Por decano.com
9 Mar 2015
13años

Estamos hoy a trece años de aquella jornada histórica que coronó la visión y el esfuerzo de un grupo de nacionalófilos. Un 9 de marzo de 2005 se reinauguraba el Gran parque Central.

La historia del Gran Parque Central es particularmente rica en anécdotas. Desde el gesto transformado en máxima expresión de amor a un club llevado a cabo por Abdón Porte, pasando por la distinción de ser el primer estadio mundialista o la incertidumbre generada por los dos incendios – en 1923 y 1941- que obligaron a otras tantas remodelaciones, hasta la reciente reinauguración de la que, este lunes 9 de marzo se cumplen diez años.

Ha transcurrido una década en la que el Parque Central ha continuado con un crecimiento sostenido y se apresta, dentro de pocos meses, a cumplir una nueva etapa de su remodelación.

Pablo Martínez Kinder es uno de los denominadores comunes entre aquel inicio y esté presente. Con él hablamos para recordar y proyectarnos.

El inicio

"Quiero empezar recordando el día de la inauguración. Yo tenía unos nervios brutales porque recordaba las palabras de -creo que fueron de él- Washington "Pulpa" Etchamendi quien sostenía que el Parque Central daba mala suerte. Los que recuerdan esto me han comentado que al "Pulpa" no le gustaba el hecho de tener a la hinchada cerca para que no le llegaran los comentarios a sus dirigidos por eso se inclinaba por jugar en el Centenario. A partir de eso, se le creó al Parque ese aura de "mufa", por lo que yo estaba con un miedo terrible ese día, para redondearla, el primer gol de Olimpia lo convierte Martín Parodi. Afortunadamente luego apareció el gran "Loco" Abreu, el palquista Sebastián Abreu y la mandó a guardar. El segundo gol es obra de otro palquista, Gonzalo "Chori" Castro y el 3 a 2 definitivo lo pone otro jugador de nuestras formativas, Juan Albín, para una jornada de inauguración que fue espectacular. Ese fue para mí el momento culmine de un esfuerzo que se hizo -al menos de mi parte- desde la más absoluta ignorancia de lo que se estaba haciendo. Creo que eso, el no saber, el no tener idea de la importancia y la dimensión de lo que estábamos encarando, contribuyó a que se realizara. No solo yo, el club entero, al desconocer la magnitud del alcance y la proyección que adquiriría la obra, la abarcamos desde la inconsciencia. Recién luego de culminada tomamos consciencia de la importancia que tenía. Creo que si hoy me parara en el Parque Central con diez años menos, me temblarían las patitas.

El inicio de todo el proyecto se remonta a una promesa de mi viejo, que en 1998 me dijo que si salvaba un examen de facultad -matemática 2- me llevaba  Perú a ver a Nacional en un partido por la Libertadores. Salvé, y en el primer día de estadía en Lima, al bajar del ascensor del hotel había un señor mayor que se acercó a mi padre y le preguntó si era Morgan Martínez. Este señor se presentó como Walter Lavalleja y comenzó a relatarnos lo que para nosotros, en ese momento, resultaron bolazos. Nos habló de que estaba construyendo un estadio con palcos y hacía hincapié en que había logrado vender 1200 palcos. Nos decía: "logré esto en Perú, un país que casi no tiene historia futbolística. En Nacional nos tenemos que aburrir de vender palcos para poder construir un estadio como dios manda". El entusiasmo de este hombre -lamentablemente fallecido hace poco- nos contagió y mi padre consideró que, efectivamente, había una posibilidad de financiar este proyecto. Este fue el comienzo de todo, que culminó en la inauguración de aquel 9 de marzo de 2005 y que me brindó la posibilidad de compartir con mi padre todo este sueño, y además poder llevarlo adelante con la colaboración de uno de mis mejores amigos, Mateo Acosta".

Un día inolvidable

"Recuerdo que el día que llegó el primer camión de pedregullo no había nadie en el Parque Central. Yo no sabía que hacer, no tenía idea de dónde colocar la piedra, entonces tomé la decisión de enviar una retro excavadora -la única máquina que había en es momento en el predio- a derribar el muro del talud. Para mí estaba cometiendo un sacrilegio, tirar ese muro para poder descargar el pedregullo era casi una afrenta, tener que tomar esa decisión aquella mañana, solo, sin ningún ingeniero ni nadie más a quien consultar para mí fue muy fuerte".

Lo hace grande su gente

"La respuesta de la gente en lo que hace a la colaboración fue impresionante: abogados, escribanos, arquitectos, ingenieros...todo el que se acercaba lo manoteábamos y lo poníamos a trabajar. Al igual que ahora, cualquiera que se acercaba y manifestaba su deseo de hacer algo lo sumábamos enseguida. Otro grupo de gente que apoyó muchísimo fue el Movimiento de Barras y Banderas, que se encargaron de extraer los panes del viejo Parque y armaron toda la logística para venderlos -recuerdo a María Teresa Costa, que fue quien se encargó de toda es movida- Otro punto a destacar fue la emisión de entradas, ya que nosotros queríamos comenzar a transitar un camino diferente al de la AUF, que históricamente se había encargado de esto.  Nuestra intención era hacernos cargo del espectáculo íntegramente. Diseñamos un sistema de voluntarios similar al utilizado en el campeonato del mundo y las olimpíadas, concentramos una importante cantidad de gente que trabajó durante un buen tiempo operando el estadio de forma totalmente gratuita.

Ahora me río, pero los nervios que pasé esa noche por el tema de las entradas fueron enormes. Mateo y yo -por error- le sumamos una fila más a la tribuna Atilio García y emitimos entradas para la fila 17, que no existía. Teníamos más de doscientas entradas sobre vendidas a las que hicimos cruzar por el medio de la cancha, en plena inauguración, para ubicarlas en le José Mª Delgado que aún tenía algunos lugares disponibles.

Otro recuerdo increíble involucra a la barra brava, venían saltando camino al talud y el hormigón del acceso al entonces talud Abdón Porte estaba todavía húmedo. Les advertimos de eso y les pedimos que no lo pisaran. No fue más que decir esto para que pasaran, casi de a uno en fila, por un espacio de apenas cincuenta centímetros de ancho, comprometidos con el cuidado de la casa de todos. Todas esas cosas ayudaron a construir la identidad de un estadio que hoy nos hace sentir orgullosos".

El futuro

"Estos diez años de maduración nos van a llevar a hacer lago mejor de lo que habíamos planeado inicialmente. Al tener más conocimientos podemos emprender un estadio con mayor potencialidad. El hoy no nos toma desprevenidos e ignorantes de la tarea, al contrario, nuestra fortaleza está en la creencia de saber qué es lo que necesita el estadio para crecer y constituirse en un reducto deportivo importante y además, acceder a la posibilidad de sacar réditos económicos del mismo. Antes fue la total inconsciencia, hoy es la plena consciencia sumada a la experiencia que tenemos muchos de los colaboradores la que nos puede catapultar definitivamente.

La experiencia adquirida no es algo estático que forma parte del pasado, día a día vamos adquiriendo más conocimientos y continuamos escuchando. De hecho, la reciente Asamblea no fue simplemente para aprobar el proyecto como muchos pueden creer, también queríamos escuchar qué tenía para decir el socio. A raíz de esto, una de las últimas resoluciones de la Comisión de Patrimonio y Obras fue la de construir una fila más de tribuna y así poder elevar el aforo a casi cuarenta y un mil localidades, lo que permitirá disputar partidos de Copa Libertadores hasta instancias finales y poder ser sede de la primera fase de un Mundial, si es que nos toca alojarlo".

Agradecimiento

"Quiero agradecer a los miles de colaboradores que en forma honoraria han participado desde que arrancó este proyecto, catorce años atrás. Sin ellos y sin el empuje del Arq. Walter Lavalleja Sarriés, nada de esto habría sido posible".

El 9 de marzo de 2005 se reinaguró el Gran Parque Central. Ese día histórico para la institución, Nacional se enfrentó a Olimpia de Paraguay y lo venció por 3 a 2.

Detalles del partido

Público: veinte mil personas

Nacional 3

Jorge Bava, Federico Rariz, Diego Jaume, Ignacio Pallas, Ignacio La Luz, Gustavo Méndez, Fernando Machado, Sebastián Vázquez, Martín Ligüera, Gabriel Alvez y Sebastián Abreu. DT: Martín Lasarte.

Banco de relevos

Leonardo Burián, Alberto Silva, Walter Fabián Coelho, Luis Suárez, Andrés Márquez, Marcelo Mansilla.

Cambios: 46´ Sebastián Viera, Pablo Caballero, Carlos Valdez, Mauricio Victorino, Daniel Leites, Oscar Javier Morales, Gonzalo Castro, Ruben Sosa, Luis Romero y Alexander Medina por Jorge Bava, Federico Rariz, Diego Jaume, Ignacio Pallas, Ignacio La Luz, Gustavo Méndez, Fernando Machado, Martín Ligüera, Gabriel Alvez y Sebastián Abreu, 63´ Juan Albín por Ruben Sosa.

Olimpia 2

Ricardo Tavarelli, Emilio Martínez, Edgar Balbuena, Juan Franco, Diego Martínez, Jorge Brítez, Francisco Esteche, Sebastián Salomón, Juan Martín Parodi, Claudio Acosta y Ronald Villalba. DT: Daniel Córdoba.

Goles: 6´ Juan Martín Parodi (O), 34´ Washington Sebastián Abreu (N), 39´ Francisco Esteche (O), 54´ Gonzalo Castro (N), 69´ Juan Albín (N).

Amarillas: 48´ Angelo Machuca (O), 79´ José Pedrozo (O).

Ernesto Flores

decano.com

Fotos: ovaciondigital.com.uy





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