Por decano.com
24 Ene 2016
entrevista

Este lunes da inicio el Concurso Oficial de Carnaval. A manera de reconocimiento a todos aquellos Bolsos que aportaron y aportan brillo y color a la fiesta carnavalera, entrevistamos a Diego Berardi.

Es incuestionable que el fútbol y el Carnaval son las dos pasiones que más movilizan a los uruguayos. Los tricolores tenemos una larga historia de contribuciones a la “Fiesta de Momo”. Desde algunas impensadas hoy en día, como lo fue en su momento la participación de futbolistas en Comparsas de Negros y Lubolos – José Leandro Andrade, en pleno apogeo futbolístico, se calzaba el tambor de “Los Nyanzas”- , hasta poder decir con orgullo que la máxima figura, la más representativa del Carnaval de todas las épocas, Rosa Luna, es también un símbolo bolsilludo.

A manera de reconocimiento a todos aquellos Bolsos que aportaron y siguen haciéndolo para darle brillo y color a la fiesta carnavalera, entrevistamos a Diego Berardi.

¿Te ofende o te parece injusto que tilden de "murga" a un equipo que no tiene un buen despliegue futbolístico?

Es un dicho popular, pero la verdad que no está bueno que digan eso. Ni ahora ni antes. Hoy por hoy la murga es -como cantaba "Asaltantes" (Asaltantes con Patente) en la despedida del 2010-, la grifa en el orillo de la camiseta de la cultura uruguaya. Aparte la murga tiene un trabajo que insume mucho tiempo de creación, de maduración y ensayo. No es que nos juntamos catorce amigos del barrio y nos ponemos a cantar. La murga tiene un trabajo previo que demanda muchas horas. Nosotros hace seis meses que estamos trabajando, y en mayo comenzaron las reuniones para ver de qué se iba a tratar el espectáculo de este año, tirando ideas hasta que quedó definido lo que vamos a presentar este Carnaval. Además, la murga es un espectáculo global, no se circunscribe solo al canto, incluye puesta en escena, escenografía, vestuario, sonido. Todo tiene que tener un por qué, y guardar una relación con lo que se está cantando. Lo que sí creo es que un equipo de fútbol tiene mucho que ver con una murga.

¿Cuáles serían los puntos de comparación?

El trabajo en equipo por ejemplo. Yo soy partidario de eso, no de la existencia de seis o siete individualidaes o figuras, que cada una haga su parte y la murga esté aislada. En el fútbol, eso quedó ampliamente demostrado con el Maestro Óscar Tabárez al frente de la selección. En el fútbol es necesario que haya uno que raspe, alguien que sepa crear, un delantero definidor, otro que desborde, uno que ataje. En la murga es lo mismo. Tiene que estar el que se pone el overoll, que cubre en todos lados, el que levanta el centro, quien cabecea, uno que arma la jugada y otro que ataje. La función del director, el puestista y los letristas, el que hace personajes, el director responsable, que viene a ser como el presidente del club. Como en el fútbol, todo tiene que estar en la misma sintonía. No siempre pasa. Lo ideal es que funcione.

En el fútbol es necesario que haya uno que raspe, alguien que sepa crear, un delantero definidor, otro que desborde, uno que ataje. En la murga es lo mismo.


Como coralario, en lo que tiene que ver con la convocatoria, está demostrado que en los cuarenta y cinco días que dura el Carnaval se venden más entradas que en todo un año en el fútbol.



Hoy por hoy las murgas tienen hinchadas que no solo se remiten al barrio o a la zona de arraigo del conjunto, sino que -al igual que sucede con un equipo de fútbol- se desparraman por todo Montevideo.

En Montevideo, el interior e incluso existen murgas con una fuerte presencia en el exterior del país, como son "la Falta" (Falta y Resto) y "la Catalina" (Agarrate Catalina). Eso demuestra que la murga es muy importante dentro de nuestra cultura.

A vos te tocó mostrar el género murguero en Australia, a pedido de la comunidad uruguaya residente alli.

En el 2013 fui a trabajar con una comparsa y una murga. Ambos conjuntos conformados por hijos de emigrantes, que algunos hablaban muy bien el español, otros menos y hay había quienes -como el director de la murga- que en el inicio, no hablaba nada. De tanto trabajar juntos nos hicimos muy amigos y actualmente domina el español. El año pasado estuvo en Montevideo con su novia, que es vietnamita y no habla nuestro idioma, y pasaron cuarenta días de carnaval espectaculares.

En el 2014 volví a Australia, en esta ocasión con Raúl García, para armar un documental donde registramos como siguen presentes en la comunidad uruguaya esas manifestaciones culturales, a pesar de tantos años fuera del país.



También viviste un tiempo en España.

Viví siete años en España.

¿Cómo se vive un partido importante en el exterior?

Es triste lo que voy a decir, pero Nacional últimamente no ha jugado partidos importantes. Me gustaría volver a ver a Nacional como lo vi, campeón en el 80 y en el 88. Creo que para eso tendría que suceder algo a nivel institucional, para lograr una trascendencia a nivel internacional. De todos modos, sí seguía los partidos por internet -dentro de lo posible, ya que en ocasiones, mi trabajo como cantante en una orquesta me lo impedía por una ciuestión horaria-, y te puedo asegurar que se sufre mucho a la distancia.

Iba caminando y de pronto veo a lo lejos, una bandera de Nacional pelotuda de grande, flameando en cielo gallego. Fue como una patada en el pecho.

Tuve la oportunidad de ir a ver a Nacional en la última Teresa Herrera en la que participamos. Estaba en La Coruña, donde hay un movimiento grande de bolsilludos en torno a un puerto muy bonito que se llama Malpica, donde hay un hotel de gente uruguaya que colabora todos los años con la divisiones formativas. La primera vez que fui fue algo muy fuerte, a principios del 2005, estaba de visita en la zona, mi amiga me había llevado a pasear por la playa porque quería mostrarme algo según me dijo. Iba caminando y de pronto veo a lo lejos, una bandera de Nacional pelotuda de grande, flameando en cielo gallego. Fue como una patada en el pecho.



Fuera a donde fuera, siempre tuve la camiseta de Nacional puesta. En Carnaval es como un amuleto, en mis años en Contrafarsa, cada vez que me subí a un escenario, debajo del traje tenía la camiseta tricolor. Ahora se me dificulta por la función de director, ya que tendría que vestirla debajo de la camisa y es un poco complicado. Mi hijo nació en España y es fanático y socio de Nacional.

En Carnaval es como un amuleto, en mis años en Contrafarsa, cada vez que me subí a un escenario, debajo del traje tenía la camiseta tricolor.

El Carnaval tuvo hace unos años, como un revés que lo transformó y reposicionó a nivel internacional. ¿Te parece que al fútbol uruguayo le puede suceder algo así?

Es necesario. Como pueblo futbolero que somos es inconcebible que el fútbol uruguayo no tenga un logro internacional a nivel de clubes. Me parece que a nivel de selección se están haciendo las cosas muy bien, pero no entiendo que pasa con los clubes. No sé si es una cuestión institucional, algo extra fútbol, no tengo idea. Hay algo que no está funcionando evidentemente.

En la interna de los conjuntos, ¿se discute mucho de fútbol en Carnaval?

Sí. Somos de hacer muchas bromas. No esa enfermedad que a veces sufrimos en el fútbol uruguayo, sino la cargada sana, con respeto.



¿Cambiarías un primer premio en el concurso por una Copa Libertadores?

Sin dudarlo. Festejarlo con mi hijo no tendría comparación.

¿Qué tribuna frecuentabas?

Históricamente a la Ámsterdam. La final del 88 la vi colgado en el tercer anillo. Aquel penal de De León es uno de los recuerdos que me acompañarán toda la vida. En el Parque a la Atilio García y José Mª Delgado.

¿Qué equipo de Nacional te hubiera gustado integrar?

Uhhh, qué difícil. Jugué mucho a nivel amateur antes de irme a España. Al regreso me he quedado bastante, pero creo que en aquel equipo del 88, que lo tenía todo.

Ernesto Flores
decano.com

Diego Beradi se inició en Contrafarsa en el año 1990. Con la murga de Sayago obtuvo 4 primeros premios de la categoría (1991, 1998, 2000 y 2002). Entre 1992 y 1995 integró la Sonora Cumanacao. En 1997, Berardi se alejó transitoriamente de Contrafarsa para formar parte de La Gran Muñeca, con la que obtiuvo el primer premio en la categoría de ese año. En el 2005 salió por primera vez en Momolandia y posteriormente emigró a España, donde realizó giras por todo el país como vocalista de una orquesta. A su regreso en el 2011, se re incorporó como director a la murga Momolandia, al frente de la cual integró la terna de mejor director en 2012 y 2015, de mejor arreglador coral de la categoría en los años 2012, 2013 y 2014, y en 2015 compartió la mención de mejor coro del carnaval . Obtuvo el primer premio de coro de murgas con Momolandia en 2011, 2012, 2013 y 2014, siendo la primera vez que una murga ganó el premio cuatro años consecutivos, algo histórico en el Carnaval.





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