Competencia programada

Lasarte y sus compañeros pensaron en este año desde su llegada.

Cuando llegó este cuerpo técnico tenía enfrente una competencia de 15 partidos a disputarse en 4 meses, el Campeonato Uruguayo 2016.

De todas formas el discurso desde que se comenzó a conformar el plantel fue armar un equipo no solo para el pasado Uruguayo sino también para la temporada 2017, con competencia local e internacional.

Hasta el momento, el Cuerpo Técnico ha sabido explotar ese amplio plantel. En el torneo local con puntaje perfecto, en la Copa con un triunfo ante difícil rival como visitantes (Lanús) y el saldo negativo ante Zulia en casa. El único partido perdido hasta el momento.

Casi todos los partidos fueron definidos en el segundo tiempo, salvo dos excepciones: los dos partidos de Copa Libertadores (ante Lanus y Zuliá, que fue la única derrota en lo que va de la temporada).

En seis partidos que lleva jugados en el Apertura, Nacional convirtió 11 goles de los cuales, solo uno, el que marcó Santiago Romero ante Racing, fue anotado en el primer tiempo, los diez restantes fueron en la segunda mitad. Además, cuando Nacional convierte en los segundos tiempos lo hace a partir del minuto 60 de partido y termina venciendo a su rival.

El otro encuentro oficial en el que marcó en el primer tiempo fue en la victoria de visitante ante Lanús con gol de Hugo Silveira.

Una lectura es que Nacional no entra concentrado o deja todo en la segunda parte y arriesga más. Pero analizando los partidos, en algunos casos la primera parte fue mejor que la segunda, como ante El Tanque Sisley, donde se generaron más jugadas en los primeros 45 minutos o ante Danubio donde se jugó bien hasta el gol de la franja en el primer tiempo.

Irse en ventaja en la primera parte no garantiza nada, desde aquel gol del Chino en el clásico tendría que quedar más que claro que los partidos duran 90 minutos más descuentos, por lo menos, e irse en ventaja al complemento no significa tener los tres puntos asegurados o en el bolsillo.

Otras veces ha ocurrido que perdimos campeonatos en los que estábamos al frente en el primer tiempo, por ejemplo nos remontamos al Apertura 2013, donde Fénix nos dio vuelta el partido en nuestra casa.

Son algunos ejemplos, no son máximas, pero en el fútbol no hay cuestiones irrefutables o ciencias que digan que si empezás ganando la primera mitad vas a ganar la segunda o vas a estar más tranquilo.

El fútbol uruguayo es cambiante, muy parejo y todos los rivales te quieren ganar, se juega a morir. Que podemos jugar mejor al fútbol con las individualidades que tenemos no hay dudas, que necesitamos mejorar los circuitos de juego para superar a los rivales también.

Si queremos ganar los partidos de Copa y no llevarnos otra desilusión tenemos que empezar por trabajar los partidos del medio local, aprender a revertir el resultado, a jugar con la desesperación de la gente, que tenemos que tener en cuenta que las variantes pueden rendir o no, que hay que salir a buscar el partido pero sin descuidar la defensa y reflejar el esfuerzo en el resultado final.

Si aspiramos a definir la Copa va a ser trabajando y hasta sufriendo los 90 minutos, sobre una solvente defensa y un buen aprovechamiento de los ataques, no arrollando al rival en los primeros 45, sino trabajando el partido.

No podemos caer en la crítica negativa y excesiva cuando estamos ganando y con puntaje ideal y con chances óptimas de avanzar en la Copa Libertadores más allá del tropezón en casa. Hay jugadores que tienen que encontrar su nivel o hay que esperarlos más que a otros, un caso es Brian Lozano, que se despachó con tres goles y fue clave para ganar un partido complicado. Otro caso es Diego Arismendi, en algún momento fue Kevin Ramírez o el ¨Pacha¨ Alfonso Espino.

Los enemigos no están en Nacional, podemos tener preferencias por jugadores y que tengan más minutos, como Felipe Carballo, Sebastián Rodríguez, Matías Viña, Agustín Rogel, entre otros, pero sin necesidad de hacerlo criticando a los demás. Y siempre con respeto a los nuestros.

La doble competencia trae lesiones, expulsiones y cansancio, no va a faltar tiempo para que todos puedan lucirse y aprovechar su momento para cuando les toque jugar. Hasta el momento lo han hecho y esperemos que sigan trabajando para que cuando les toque defender la blanca lo hagan como lo haría cualquier hincha, dejando ¨la vida en la cancha¨.

Santiago Magni