En la hora

Nacional logró un triunfo que parecía imposible.

Por mandato histórico y por necesidad deportiva actual, Nacional salió a buscar el partido ante Racing desde el primer momento. El equipo salió a la cancha con un “once” mixto entre quienes han sido titulares y suplentes en la competencia local y en la Copa.

Pero luego de 10’ auspiciosos para el Decano, el juego se entreveró, Racing aprovechó a equilibrar y tuvo un par de oportunidades para marcar. Nacional volvió a mostrar carencias a la hora de crear y precisión al momento de llegar al área.

A los 40’ se lesionó Mama Arismendi y su lugar fue ocupado por Rodrigo Erramuspe. Fue el momento más bajo del Bolso que se fue al entretiempo empatado y sin goles.

Segunda parte. Nacional salió sin cambios respecto al equipo que terminó la primera parte. Tampoco hubo cambios en lo deportivo. El Bolso continuó jugando desordenado en defensa y sin profundidad en ofensiva.

A los 10’ Tabaré Viudez ingresó por Santiago Romero. El partido se hizo más abierto y parecía estar para cualquiera de los dos equipos. Pero no apareció nada. Absolutamente nada. Ni fútbol, ni rebeldía en otra preocupante actuación de nuestro equipo. Fútbol hacia los costados, nadie rompió líneas o cambió de ritmo. Todo lento y anunciado.

¡Pero! Por suerte hubo un pero, Matías Zunino, el mejor jugador del Decano en el partido, logró definir en la última pelota del partido.

No fue merecido pero al fútbol se gana con goles. Y el nuestro llegó cuando se iba el partido. Habrá que mejorar en forma urgente para pelear entre casa y en la Copa. Lo del Nasazzi fue muy preocupante.