Por Diego Ávalo
9 Oct 2019
Clausura2019

El Bolso no repitió actuaciones de partidos anteriores, pero igual logró lo más importante en el fútbol, la victoria.

Esperando. El Bolso tuvo varias modificaciones: en el arco estuvo Rochet, en la línea final ingresaron Armando Méndez, Mathías Laborda y Palito Pereira, mientras que en mitad de cancha ingresó Santiago Rodríguez. La figura táctica fue la misma que viene repitiendo los últimos partidos. Lo que no se repitió fue el juego hilvanado y la superioridad futbolística sobre el rival. La estrategia pareció ser abroquelarse en zona defensiva para salir rápido al ataque con Santiago Rodríguez y el Chory Castro por las bandas. Pero la verdad es que faltó fineza y velocidad en la circulación de la pelota en el mediocampo. Eso hizo que no se llegara con jugadas claras al ataque. Sin embargo Nacional está en racha positiva y en un despeje Rafa García remata y la pelota dio en el palo, pegó en la espalda del golero danubiano y se metió para lograr lo que sería el único tanto del partido.  A partir de allí la tenencia de la pelota fue casi toda del equipo franjeado y Nacional corrió detrás del balón. Cuando la recuperábamos se perdía rápidamente y eso fue muy llamativo, generalmente por errores nuestros más que por presión o marca rival.

Misma tónica. El segundo tiempo fue muy similar al primero: Danubio tenía el balón y Nacional esperaba para salir de contragolpe. Pero la falta de precisión nuevamente fue la característica del equipo. Se mejoró en algo con el ingreso de Gabriel Neves y el de Gonzalo Bergessio que aguantó bien el balón de espaldas. Pero no alcanzó para llevar peligro al arco rival. Ellos tuvieron un par de jugadas que, de haber tenido más puntería, los habría llevado a empatar el partido. Allí es cuando se nota la buena racha positiva del equipo, ya que jugadas claras que en otro momento terminaban en la red, esta vez fueron afuera.

Lo importante fue el triunfo, lo más destacable de fueron los tres puntos. Quedó en el debe el juego colectivo en ataque. No se jugó bien, pero siempre es bueno -cuando no se juega bien- ganar, y eso fue lo que sucedió. Hay que mejorar la precisión y la dinámica en el mediocampo, y no tengo dudas que así será. Buen partido de Rafa García, una vez más, Felipe Carballo aunque un escalón debajo de partidos anteriores, y muy buenos minutos de Mathías Laborda y Felipe Carvalho. Ojalá el próximo partido se mejore en el juego pero fundamentalmente que se siga por la senda del triunfo que en el fútbol es lo más importante.

¡Nacional nomá’!
 
Diego Ávalo
decano




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