Por Diego Ávalo
10 Nov 2019
Clausura
Progreso
Paladino

El Bolso ganó en un campo de juego dificilísimo y continúa puntero en ambas tablas.

Cambios de nombre, tácticos y estratégicos. El Bolso hoy fue a la cancha de Progreso con varias modificaciones. Hubo cambio de nombres y de sistema táctico. Pablo García ingresó por la banda derecha, y lo hizo de buena manera y Sebastián Fernández jugó por detrás del centrodelantero, pasando a jugar con un 4-2-3-1 que por momentos se transformó en 4-4-2 y por momentos en 4-5-1. El Tricolor comenzó dominando el balón y la posición en la cancha, pero al igual que en partidos anteriores le faltó profundidad y pases entre líneas. Apenas García intentó zafar del entramado que colocó el equipo de La Teja que se replegó esperando en su campo, y más aún cuando se quedaron con diez hombres. El primer tiempo tuvo a Nacional disponiendo de la pelota pero sin saber bien qué hacer con ella, lo que lo llevaba a abusar del pelotazo largo.

Gol y a sufrir. En el segundo tiempo se acentuó el dominio posicional del Decano. Progreso se metió atrás y esperó buscando un contragolpe que no pudo realizar hasta casi el final del partido. Mientras que Nacional jugaba permanentemente en campo rival, pero nuevamente le costaba generar peligro. El ingreso de Pitu Barrientos trajo algo de precisión en el medio. Se volcó mayormente por la derecha y a partir de allí se comenzaron a generar mayores desbordes. El gol vino en un gran cabezazo de Laborda que ya lleva dos goles en primera con pocos partidos. Sin lugar a dudas es un gran arma que posee el defensor juvenil. 

Increíblemente en un momento en el que ambos mediocampistas se fueron al ataque en forma conjunta se perdió una pelota que terminó en una soberbia atajada de Luis Mejía que lo gritó como un gol, y así fue realmente.

A mejorar en defensa y ataque. La victoria era impostergable para seguir en la punta de ambas tablas y poco importa cómo se logra. Ahora si miramos lo que se viene sin dudas se debe mejorar. En defensa se cometen muchos errores en la marca, y también en ataque. Porque la pelota nunca sale limpia de atrás. Si no es por pelotazos nunca se logra romper líneas con pases precisos o cambios de frente, y en el fútbol de hoy eso es fundamental. También se debe intentar romper líneas defensivas en la última zona con encare o pases filtrados y asistir mejor a los delanteros. Pero lo dicho, hoy lo importante era ganar y se hizo.

¡Arriba Nacional!

Diego Ávalo
decano





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