Por Diego Ávalo
22 Feb 2020
Apertura2020

En otro mal partido, Nacional logró rescatar un punto pasada la hora exclusivamente por la rebeldía de los jugadores.

Cambios. Lo primero que hay para decir es que Gustavo Munúa intentó modificar el juego del partido anterior con cambio de nombres, pero no de figura táctica. Un cambio fue obligado: ingresó Armando Méndez por derecha en sustitución de Ayrton Cougo, lo que hizo que Mathías Suárez pasara a la izquierda. Arriba ingresaron Santiago Rodríguez y Sebastián Fernández en lugar de Pablo García y Chory Castro. El equipo rival intentó lo mismo que Rentistas: cortar la salida desde el fondo marcando a Claudio Yacob. Esto hizo que el argentino se tirara muy atrás, quedando por momentos como último hombre con muchos metros entre su posición y Rodríguez que era el siguiente escalón, en el nexo. Así y todo por momentos se encontraron espacios a espaldas de los volantes de Cerro Largo, pero faltó la profundidad necesaria para llegar sobre el arco rival. El dominio del balón lo tuvo Nacional pero siempre en el centro del campo o atrás, nunca cerca del arco lo que hizo que no tuviera casi jugadas de gol. Por el contrario, ellos llegaron una vez y merced a errores en la última zona marcaron el 1 a 0 con el que nos fuimos al entretiempo.

Errores propios. El segundo tiempo arrancó sin cambios pero con una postura que no se había dado en el primer tiempo y que pensé que Munúa había detectado y corregido, pero no fue así: la subida de los dos laterales juntos al ataque. En la primera mitad no había sucedido pero en el complemento sí, y se hacía evidente que en busca del empate quedábamos expuestos con sólo dos hombres en defensa. Así fue que vino el segundo y lo que parecía una nueva derrota del equipo. Pero la rebeldía de los jugadores y nuevamente una estupidez del golero rival, que a esta altura es increíble en un profesional, llevó a que empatáramos pasada la hora.

Mucho para corregir. Nacional mejoró algo respecto al partido pasado. No llevó casi peligro sobre el arco rival pero  se intentó encontrar espacios y alguna triangulación se vio. Hasta que vinieron los goles y los nervios. A esto sumado los errores del técnico que llaman la atención. Perdiendo por un gol y sabiendo que se puede empatar en cualquier momento e incluso ganarlo, no se puede exponer al equipo con tan pocos hombres en el fondo. Y si suben por las bandas los dos laterales, alguien tiene que hacer los relevos. También veo errores en las modificaciones, sacando jugadores que están jugando bien y dejando otros que no están teniendo buenos minutos. En fin, mucho para trabajar y mejorar. Para destacar la actitud de los jugadores que lograron empatar pasada la hora haciendo dos goles. Ojalá Munúa encuentre el equilibrio necesario y el equipo mejore.

¡Arriba Nacional!

Diego Ávalo
decano





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