Por Recibimos y publicamos
3 Mar 2014
Cecilia

Se trata, su señoría, de saber quién es el verdadero culpable de este momento deportivo…y usted que es la historia de esta gloriosa institución decidirá eso…

Pasarán, su señoría, por este honorable estrado los jugadores y a ellos se les acusará; a muchos de no sentir la camiseta, a otros de sentirla demasiado pero no poder dar más de lo que dan,  ellos tendrán su propia defensa en decir que el técnico los pone en cancha porque les confía el puesto, aunque dirán también que la culpa no es de ellos sino de que están mal puestos en ese lugar, pasarán inclusive los que están sentados en la tribuna y dirán por qué están allí y no en la cancha….pasará por este estrado, su señoría, el señor director técnico, acusado también, quien expondrá sus descargos diciendo que cuando lo trajeron había jugadores a los que él no pidió y ya estaban  y que él no es un mago, así  que no puede hacer milagros y si además todavía la justicia de turno, con el perdón de su señoría,  le saca a tres titulares ¿qué va a hacer?? Expondrá además que en las prácticas por lo menos no pierden la pelota y que después en los partidos que duelen se hacen echar tontamente … y pasarán por este estrado los dirigentes, su señoría, que alegarán que a ellos los eligieron y que sí,  prometieron cosas pero dirán en su defensa que hicieron todo lo posible para cumplirlo y por eso contrataron un técnico moderno la temporada pasada, pero como la presión de haber perdido el campeonato fue demasiado no tuvieron más remedio que aceptar que el técnico se fuera y entonces alegarán que hicieron lo que la gente les  pedía y acudieron a la fuente de sabiduría y no al fútbol moderno, que tanta camisita italiana y pantaloncito apretado no dio resultado y entonces hicieron pesar más el cartapacio y el carácter de conservador del nuevo técnico que consideraron le venía mejor a este grupo…y entonces, su señoría, declarará el gerente deportivo que en realidad hasta hace poco era jugador y en su declaración no sabemos de qué lado estará realmente …y después vendrá la hinchada que declarará como testigo fiel y dirá en realidad que aunque nunca le consultan las cosas y  siempre alienta aun cuando las cosas no salen, su señoría, en definitiva a ellos no solamente no les preguntan sino que a veces los usan a su favor o en contra según la cabeza de quien quiera cuidarse…y entonces pasarán como testigos de cargo también por este estrado su señoría, los periodistas subidos al carro de lo inmediato, que se rasgarán las vestiduras diciendo que ellos lo anunciaron…pasarán los árbitros y dirán que ellos no pueden declarar, su señoría, aunque a veces deberían también estar …

Su señoría tendrá que decidir quién es el culpable de este momento y entonces cuando lo haya hecho le determinaremos el castigo adecuado y cerraremos este capítulo… alegará el fiscal

Su señoría, no hay culpables de este momento deportivo y el jurado deberá declarar inocente a todos y decidir que son las circunstancias del futbol de hoy…dirán los  defensores de turno.

Las pruebas van y vienen. Doce hombres juzgados. Once en el campo y uno al lado de la línea. Otros hombres que no juegan pero deciden. Veintinueve minutos de futbol de un lado y el resto todo de otro. Un espejismo en el desierto  de la sedienta ambición de ver jugar bien al equipo. Cuarto partido consecutivos perdidos y funcionamiento de mal en peor. Cero rebeldía de algunos y desconsuelo de otros al final. Pocas ideas futbolísticas y desconcierto total en momentos. Las manos en los bolsillos de Pelusso. Cruzado recruzado. La defensa lenta y timorata. Las malas decisiones de unos y otros. Cambios a destiempo. Promesas vanas y mucha parla. Los córners mal ejecutados. La falta de sorpresa en el ataque. Los goles marrados por desidia en el  primer tiempo. Los goles marrados por ineptitud. Un delantero solo o mal acompañado. Los pases atrás y el pelotazo frontal. Los pases errados, la defensa que la bombea hacía alguno y el pelotazo frontal. Las faltas innecesarias. Los árbitros de turno. La preparación física que parece ahora estar en debe…Los sueldos excesivos. Los  fundacionistas que derriban lo anterior bien hecho a costa del ego personal. La inexperiencia de lo nuevo y el agotamiento de los ciclos. La increíble y repetida historia ultima de no poder hacerse cargo del protagonismo cuando se pone todo a favor. La excesiva confianza en nombres y no en realidades. El argumento de un equipo en formación y la formación del equipo cada partido. El pelotazo frontal…Como en las novelas de Agatha Christie son varios los sospechosos y todos tienen un argumento de inocencia y pruebas de culpabilidad…inclusive el pelotazo frontal.

Silencio en la sala… Su señoría tiene el veredicto.

La propia historia de Nacional dirá quién o quiénes fueron los culpables de este momento. Lo inapelable es el veredicto de mantener incólume la gloria de su nombre por encima de quien sea.

Cecilia810


Cecilia 810

Cecilia es la lectura más esperada después de cada partido. Un bálsamo en los momentos difíciles y un tónico para acompañar la euforia




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