Por Recibimos y publicamos
19 Mar 2014
Cecilia

Una ilusión es solamente eso, una esperanza en algo que sabemos podrá no ser real pero puede darse.

Las ilusiones están en el pitazo inicial siempre en todos los hinchas del mundo, del cuadro más pequeño al más encumbrado todos están ilusionados con el mejor resultado.

Lo malo es cuando en el pitazo final la ilusión se transforma en monótona resignación y entonces es momento de pedirle a quienes nos están acostumbrando a resignarnos que se pongan de una vez por todas a deducir cuantas ilusiones pueden ir matando de antemano con decisiones vanidosas o displicentes.

Nos podrán decir que nunca estuvo en sus planes matar la ilusión de nadie pero aún sin quererlo, nos están resignando a aceptar además de los malos resultados y de rendimientos desparejos, explicaciones absurdas y sin sentido. Mejor no digan nada.

Es preferible que nos avisen desde antes que no nos ilusionemos mucho, que se hará lo que se pueda, que se buscará el mejor camino, pero que las cosas no serán fáciles porque lamentablemente todos sabemos que todavía priman muchos intereses personales, en muchos, antes que los de la camiseta.

No necesitamos el compungido perdón posterior cuando nos prometieron el oro y no lo encontraron, es preferible que nos digan que buscarán el oro con todas las armas posibles, pero sin vendérnoslo de antemano y dígannos sí, que si no lo encuentran harán lo posible para que la próxima vez el camino sea el correcto sin tropezar con las mismas piedras con las que venimos tropezando una y otra vez. Mucho menos necesitamos explicaciones torpes.

No subestimen nuestra propia capacidad de caernos y levantarnos acostumbrándonos a una resignación permanente.

No necesitamos humo ni papelitos de colores, siempre y más que nunca hoy, necesitamos franqueza.

Cecilia810


Cecilia 810

Cecilia es la lectura más esperada después de cada partido. Un bálsamo en los momentos difíciles y un tónico para acompañar la euforia




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