Por Recibimos y publicamos
12 May 2014
Cecilia

El Parque me saluda soleado y hermoso. Sabe que nos vamos a separar por un tiempo y por eso me parece hoy más lindo que nunca.

Agradezco las tardes ahí sentada aunque me haya ido muchas veces dolida. Agradezco el olor al pasto mojado, agradezco los gritos de gol y el viento frío de la tarde, los escalones y el encuentro y aunque en cada partido hay que acompañar, los partidos en el Parque son como llegar a casa.

Se termina  otro campeonato. Sé que no fue fácil para nadie, sé que no será de los que querremos recordar en el futuro, sin embargo rescato el poder haber estado.

Agradezco la mayoría de los partidos por haber estado allí junto a mi hija. Cada mate que compartimos juntas en el Parque valió la pena. Conllevamos alegrías y sufrimientos, y cuando no estuvimos juntas fue como si lo estuviéramos, tecnología mediante.

Ayer otra vez allí estuvimos y desde la nostalgia adelantada,  ya comentamos que era el último partido en casa. Hasta la torta frita parecía más rica que nunca,  en ese juego de la mente cuando sabe que por un tiempo no tendrá lo que tiene.

Hoy es el día de las madres, o por lo menos es el día comercialmente así llamado.

Porque las madres no tienen una hora o un día. Aunque no las veamos transitar este mundo terrenal ellas están perpetuamente. Y aunque no hayan parido, muchas lo son por la enorme tarea de entregar el corazón.

Ayer entraron muchas madres jóvenes de la mano del futuro.  Ese futuro será el responsable mañana de continuar esta historia enorme y de hacer que esas madres y otros se sientan en casa cuando lleguen al Parque.

Por ese futuro es que hoy debemos trabajar incasablemente. Hoy y siempre. Porque aun cuando no esté, ahí estaré.

Agradezco a mi madre por hacerme nacer de Nacional.

Cecilia810


Cecilia 810

Cecilia es la lectura más esperada después de cada partido. Un bálsamo en los momentos difíciles y un tónico para acompañar la euforia




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