Por Recibimos y publicamos
17 Nov 2014
Cecilia

En la madrugada del lunes de hace siete madrugadas yo estaba sentado en la soledad de la tribuna mientras vos dormías o intentabas dormir.

Estuve varios días allí reviviendo la forma en que logré sostenerme mientras iba montado sobre la pelota en su vuelo mágico y misterioso por sobre todo y todos… para aterrizar al fin los dos juntos y a las carcajadas contra la red y eso que apenas podía moverme después de haber salido despedido con los papelitos lanzados al viento. Un segundo antes de ese vuelo yo le pedí permiso al botín del Chino para poder subirme.

Yo estuve sentado encima del arco ayer y me bajé rápido para salir corriendo en el festejo.

Yo estoy en la sonrisa del Mama y soy el que está en el medio del abrazo de todos.

Yo cargué en brazos decenas de mascotas de camiseta larga y piernas pequeñitas y soy quien se paró cada tarde al lado de Alvarito mientras pensativos los dos estudiábamos como venía la cosa.

Soy yo quien sacó las pelotas que no debían entrar mientras un rato antes te ayudé a colgar el trapo que trajiste, soy quien corrió al costado de Carlitos y el que sutilmente movió hace siete días la mano de Seba  (pero shhh…eso que quede entre nosotros. Yo disfruté ayer en la mitad de la cancha con su hijo.

Yo soy quien sopló y sopló para que la niebla  de aquel otro domingo de setiembre  se corriera un poco.  Soy quien curé la herida en la cabeza de Rafa en otra tarde mientras me mordía las uñas a tu lado.

Yo hago que el rojo se mezcle con el de tu sangre, que el cielo se vuelva más azul cuando lo intentas tocar y te pongo un pañuelo blanco inmaculado en tu bolsillo cada vez que nos vemos.

Yo bajé el túnel el domingo pasado abrazando al Colo y aplacándole la calentura.

Soy el que aguanté el corazón saliéndose del pecho muchas veces al lado de Espino y el que me abracé a Iván en cada gol mientras subido a los hombros de Munúa el domingo anterior salimos disparados hacia el área contraria. Estoy en la lágrima que derramaste y estampado en el papel de la entrada de ese día que ya estás atesorando.

Yo acaricié la cabeza del Guille ayer mientras los dos corríamos hacia la línea y volé raudo hacia arriba acompañando su mirada al final del partido.

Yo estoy ahora moviendo los dedos de quien está escribiendo.

Soy quien salta a tu lado, quien te abraza y también quien te consuela. Soy el que te ayuda cuando te ponés la camiseta y el que te acomoda en los hombros la bandera.

Soy y estoy siempre donde vos quieras que esté. 

Soy el espíritu que nació con brío en una casa de una calle con un número aquel día de hace muchos mayos pero que vuelve a nacer una y mil veces y cada vez que me invoca tu corazón.

Soy el que ayer levantó una vez más una Copa contigo. Hoy lunes estoy sentado nuevamente en la tribuna esperándote mientras también estoy caminando junto a vos.

Cecilia810


Cecilia 810

Cecilia es la lectura más esperada después de cada partido. Un bálsamo en los momentos difíciles y un tónico para acompañar la euforia




SEGUINOS

Crear una cuenta



Ingrese a su cuenta