“¿Cómo no detecté lo que estaba pasando?”

Lleno de preguntas sin respuestas certeras, Coates se refirió a los distintos aspectos de salud mental en el fútbol y recordó a su gran amigo el ‘Morro’.

Este miércoles, el zaguero central del Sporting de Lisboa portugués y la Selección Uruguaya de Fútbol fue entrevistado por la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPRO), en una charla en la que se refirió a asuntos vinculados a la psicología de los jugadores de fútbol y no pasó por alto el hecho de recordar a su amigo, Santiago García, fallecido, luego de suicidarse en Godoy Cruz, ciudad argentina, hace poco más de un año. “¿Por qué? ¿Por qué hacer eso? ¿Cómo no detecté lo que estaba pasando?”, se cuestionó, volviendo a lamentarse por vaya uno a saber qué vez.

“No era un mensaje que hubiera esperado recibir. No era un mensaje que quisiera creer”, expresó el jugador. “Mi amigo se había ido. Hace ya más de un año que mi ex compañero de Nacional se suicidó. Era un héroe en Argentina para los hinchas de Godoy Cruz, pero para mí, un recuerdo constante del camino que los dos recorrimos para lograr lo que todos soñamos en Uruguay desde que nacemos con una pelota al lado: ser futbolistas profesionales”, agregó.

La relación de amistad se forjó desde muy temprano en la vida de ambos, cuando coincidieran en las formativas del Decano siendo niños, precisamente en el momento en que tenían 11 años. “Era una persona muy alegre. Siempre estaba sonriendo y haciendo bromas. Incluso cuando en los entrenamientos yo hacía lo que fuera para marcarlo”, relató. Compartieron equipo durante todas las juveniles del club y también de la selección uruguaya.

“Mi trabajo era concentrarme, el de Santiago era aportar la alegría, los goles. Si él sintió presión, nunca lo demostró”, narró el defensor, que por eso resaltó la sorpresa que le causó la noticia.

Coates contó cómo fue el momento en que se enteró del triste acontecimiento que impactó a todo el mundo del fútbol: “Después de un entrenamiento del Sporting de Lisboa, supe que Santiago estaba muerto. Fue un golpe terrible”.

‘Seba’ sostuvo que si bien la pandemia del COVID-19 los mantuvo físicamente alejados, siempre se mantuvieron en contacto por celular para saber cómo estaba cada uno. “Supe que estaba teniendo tratamiento psiquiátrico, y eso era una de las cosas que me dejaba más tranquilo en ese momento”, explicó. “Era siempre ‘Don Positivo’”, agregó, y manifestó no tener idea, en ese momento, de que el ‘Morro’ hubiera llegado al punto de no encontrar otra solución que la que terminó tomando.

Para el zaguero del Sporting, “la parte más difícil de aceptar” es que su amigo “se sintiera tan aislado y solo”. Conocedor de Santiago, comentó que “las restricciones a los viajes por la pandemia le pasaron factura a su estado de ánimo”. Eso lo llevó al sentimiento de soledad por no poder recibir visitas de su mamá y “disfrutar de su compañía” en Argentina o no poder visitar a su familia en Uruguay.

No estaba pasando por un buen momento en su club, no estaba jugando, tampoco tenía una buena relación con el presidente de la institución mendocina José Mansur. “Sabía que le estaba resultando difícil no ser tenido en cuenta en Godoy Cruz, especialmente después de haber tenido un par de temporadas increíbles marcando muchos goles”, declaró.

“Nunca me resulta fácil, pero quiero hablar sobre Santiago porque eso me ayuda a procesar los eventos de los últimos 18 meses. Hablar sobre el Morro no lo devolverá a la vida, pero quiero asegurarme, como futbolista profesional, de dar luz acerca de hablar con los compañeros de equipo, los directivos del club, los hinchas, para que sepan que en la vida hay más cosas que el fútbol”, enunció Coates.

Reflexionó sobre el cuidado de la salud mental en el fútbol, sugiriendo a modo personal que debería comenzar y ser tratado desde temprana edad y no “cuando se firma un contrato”. Además, recordó los tres suicidios que hubo el año pasado durante apenas un semestre, cuando Williams Martínez, Emiliano Cabrera y Maximiliano Castro -que estaba retirado-, se quitaron la vida.

“Tenemos que enseñar a nuestros juveniles que está bien que dejen todo en la cancha, pero también que compartan sus problemas fuera con un especialista que pueda detectar más rápido lo que les sucede y así ayudarlos”, valoró y continuó: “Es muy difícil para un entrenador descubrir lo que le ocurre a un futbolista porque muchos están enfocados más en lo deportivo que en lo humano, muchas veces por la presión de los resultados o de los clubes mismo”.

Coates aseguró que la presión existió siempre en el mundo del fútbol, pero se incrementó en los últimos años, por múltiples factores, como la mayor cobertura de los medios y la exigencia, entre otros. Solicitó comunicación, colaboración y soporte psicológico entre colegas.

En menos de dos semanas comenzará un nuevo Mundial de fútbol, y debido a los casos de suicidio en el último año y algunos meses, el defensa central afirmó que la competición de Qatar será agridulca tanto para él como para sus compañeros de seleccionado. “No olvidamos a Santiago Morro García, Williams Martínez, Emiliano Cabrera y Maximiliano Castro”, cerró.

Enzo Correa

Foto: La Diaria