Por Ernesto Flores
16 Nov 2022
entrevista
Profe
Moreno

“El profe” Moreno ha sido consejero, apoyo, sostén y guía en muchas ocasiones, tanto para los futbolistas como para aquellos con los que ha tocado compartir tareas en el club. Es un valor Nacional.

Para tener en tu currículo casi cincuenta títulos de campeón en cualquier disciplina, tenés que ser muy longevo o estar en un club gigante. Esto último es lo que le ha venido sucediendo al Prof. Julio Eduardo Moreno Buquet, que con la obtención del Campeonato Uruguayo el pasado 30 de octubre alcanzó su título número 48 con Nacional.

Moreno, que hace unos años fue reconocido por la Comisión de Historia y Estadística como el funcionario con mayor permanencia en la institución, superando al legendario Servetti Mitre, viene integrando desde hace una década los diferentes cuerpos técnicos de Primera División del club en su rol de preparador físico institucional. Su función en la actualidad, es la de trabajar conjuntamente con el cuerpo médico, los fisioterapeutas y kinesiólogos en la recuperación de los lesionados, tarea que, según él mismo señala: “es una actividad que me apasiona”. Moreno reconoce que le gusta mucho el intercambio que se genera con el jugador en un momento en que están muy vulnerables y con mucha incertidumbre y agrega que “las satisfacciones que tengo hoy en día son cuando el jugador se recupera y vuelve a encauzarse a trabajar con el grupo principal. Afortunadamente el equipo de trabajo que integro con médicos y fisioterapeutas es espectacular y tenemos una relación excelente, que es lo que hace que el equipo funcione como tal”.

Julio Moreno es montevideano. Nació el 28 de abril de 1962 “en Centenario y Parma, a dos cuadras del Cilindro y una del Mercado” recuerda, y ahí vivió hasta los 13 años, cuando se mudó a Punta Carreta, a una cuadra de la cárcel. “En ese momento no era la zona residencial que es hoy en día” aclara. Cuando nació su hijo Nicolás se mudó para el Complejo Bulevar y con los años, retornó a Punta Carretas.

“Cuando vivía en el Mercado Modelo jugaba en un club que se llamaba El Cilindro. En ese club compartí generación con Jorge Villazán, que era vecino mío. Jorge se vino al barrio a los 8 o 9 años, cuando su hermano mayor, Rafael, empezó a estudiar medicina. Ahí hice toda la etapa del baby. La cancha era frente por frente a la cancha de La Escuelita. Fue una época preciosa. Jugué de mediocampista, de puntero e incluso cuando faltaba golero iba al arco. De todo. Multifunción”, rememora Moreno.

Su pasión por el deporte lo llevó a practicar no solo fútbol, si no también básquetbol, tenis y natación, pero su desvelo era el fútbol. Como todo niño que corre atrás de una pelota, Julio quería ser futbolista, pero “con el tiempo uno se da cuenta si tiene o no condiciones. Aparte en casa me inculcaron desde chico el estudio y llevar a cabo la doble actividad no es fácil. Más si no tenés las condiciones necesarias para destacarte” se lamenta.

La proximidad a la actividad física fue la que finalmente decidió su futuro. Con el bachillerato aprobado, llega el momento de inclinarse por una carrera. “Hice preparatorio de medicina. Mi padre era abogado, pero a mí las letras no me tiraban, me identificaba más con la ciencia, sobre todo la biología” cuenta Moreno, y agrega: “en una conversación con amigos, surgió el comentario de por qué, dada mi inclinación hacia el deporte, no seguía Educación Física. Todo empezó como por descarte y a medida que avanzaba en la carrera, más me entusiasmaba.Trabajé en varios clubes (Juventus y Biguá entre otros). Finalmente me incliné por el fútbol”.

De la mano de Horacio Guichón y Gabriel Moreira –hijo de Carlos Moreira, encargado de la parte física de Nacional en épocas del “Pulpa” Etchamendy- llegó a Nacional en 1991 a ocupar una vacante en Séptima y Octava División. Un año después lograría su primer título oficial en Octava División con el cuerpo técnico encabezado por Carol Nitsof. “De ese equipo recuerdo a Ramiro Lemos, hermano de Rodrigo, que no llegó a debutar en Primera. El primer jugador que entrené en Formativas y después vi debutar en Primera fue Alejandro Rodríguez. En juveniles jugaba de "5", cuando llega a Primera pasa a la zaga, como central”

Desde 1991 a 2003 Moreno estuvo abocado casi ininterrumpidamente a Séptima División, alternando también con Octava y Sexta. En su primera época trabajó con Nitsof y posteriormente con Gerardo Panizza, Luis González, Alejandro Garay y con César Vega en la época de Humberto Grondona.

En el 2005 se integró al equipo de Quinta y Sub 16 con Gustavo Bueno, con quien trabajó muchos años. “Ese período tuvo la particularidad de que los chicos que tenían destaque por sus condiciones, saltaban directamente de Quinta a Primera, ya cuando cumplían 18 años los absorbía el plantel principal” acota Moreno.

“La mayor satisfacción como entrenador de juveniles es ver llegar a Primera y triunfar a un chico de los que tuviste. Ese es el mayor título que podés lograr. Más allá de que lograr un campeonato es hermoso, la mayor satisfacción es ver cómo cristalizan los chicos el proceso de evolución” sostiene.

Bajo su dirección se han ido formando infinidad de futbolistas que luego han tenido destaque en el fútbol profesional. “Mi primer título con Séptima División en 1995 fue formando equipo con Gerardo Panizza. Una Séptima impresionante teníamos: Peter Vera, Martín Liguera, Germán Domínguez, Peter Borges, Jimmy Smith, el "Conejo" Giménez. Salimos campeones invictos” recuerda.

En su carrera ha conformado cuerpo técnico con un par de entrenadores que su tuvo bajo su mando en su época de jugadores, son los casos de Gustavo Munúa y Martín Ligüera. “A Gustavo Munúa lo tuve como jugador en Séptima y en Primera y después fuimos compañeros de trabajo, integrando el cuerpo técnico, en dos oportunidades. Con Martín Ligüera pasó algo similar, lo tuve en Novena, en Octava -porque él era de Novena pero jugaba en Octava-, dos años en Séptima y en Sexta. Después me reencontré con él cuando volvió de Fénix, con la dirección técnica de Martín Lasarte y finalmente fuimos compañeros en el cuerpo técnico del primer equipo”.

Julio Moreno también guio físicamente a la máxima estrella del fútbol uruguayo, Luis Suárez. “A Luis Suárez lo tuve en Séptima con Alejandro Garay. Luis es generación 87, que fue una generación muy buena, de la que muchos jugadores llegaron a Primera. Además del propio Suárez: Pablo Caballero, Bruno Fornaroli, Martín Cauteruccio…”

El “profe” Moreno recuerda especialmente su primer título en Primera División “es el que más te marca” nos dice. “El que obtuve como integrante del Cuerpo Técnico de Marcelo Gallardo lo veo como algo muy significativo. Además, por la forma en que se dio, que no arrancamos muy bien y en un momento se inclinó la balanza y nos fue bárbaro”.

El “profe” Moreno tiene en claro la importancia de su trabajo en la etapa de formación de un futbolista: “en esas edades sos meramente un docente, estás enseñando todo. Desde los hábitos de alimentación hasta los de estudio y comportamiento, pasando por los de descanso y entrenamiento” explica.

Julio Moreno ha trabajado con varios entrenadores a lo largo de su exitosa carrera y habla de todos con profundo respeto y cariño: “he tenido excelentes compañeros en mi carrera. Guardo una excelente relación con todos los técnicos con los que he trabajado, tanto de Formativas como en Primera División” asegura. En consonancia, la opinión de sus ex compañeros sobre él es igual de favorable. Repasemos algunos conceptos de colegas.

Martín Ligüera

Hablar de Julio para mí, aparte de lo profesional tiene mucho de emocional. Fue el primer profe que tuve cuando vine a Nacional a los 12 años.

Me lo encontré después en Séptima y en Sexta División y volvimos a coincidir en mi etapa de jugador profesional y de entrenador. Tengo muy buenos recuerdos de él, sobre todo en la parte de formación.

Yo era un chico de Florida que pasaba 7 u 8 horas en Montevideo, entre viajes y prácticas, y si bien tus valores los recibís en tu casa, es necesario reforzarlos a través de tus profes, tus entrenadores y maestros.

Julio sin duda, es uno de estos casos. Siempre voy a estar agradecido a él y me alegra mucho que hoy esté donde está, entrenando en Primera División y sumando 48 títulos.

Fuera de eso, que es importante, lo destacable es la clase de persona con que se encuentran los jugadores. Es alguien muy querido en el club.

En su función actual, donde interactúa con los jugadores en un momento complicado, cuando están bajoneados por las circunstancias de una lesión, Julio es la persona indicada, no solo por su capacidad desde lo profesional sino por la contención que brinda.

Le deseo que sigan los éxitos para alguien que fue un referente para mí, en todo sentido.

Marcelo Tulbovitz

Para mí hablar de Julio Moreno es fácil, porque estoy hablando de uno de mis mejores amigos. Compartimos desde el año 1983 cuando ingresamos juntos al Instituto de Educación Física y desde esa fecha desarrollamos nuestra amistad. Así como en su momento me pareció de una estricta justicia deportiva el reconocimiento que recibió Julio al llegar a sus 30 años como funcionario del Club, siento lo mismo en este momento en que alcanza su título número 48.

Siento la alegría, la satisfacción y el orgullo del amigo. Nacional es su casa. Julio es una persona que no solo honra los colores del Club sino sus valores, que los plasma en el contacto con los jugadores y los otros funcionarios, tanto del Parque como de Los Céspedes.

Este logro es un jalón más en una carrera y una trayectoria deportiva espectacular de Julio en el club de su vida.

Gerado Pelusso

Quiero felicitar públicamente al profesor Julio Moreno por haber obtenido su título número 48 desde que está en la institución.

Aparte de eso por ser el funcionario con más años de trabajo que hay hoy en el club. Julio es un gran profesional y una persona sumamente confiable.

Ha sabido tener un lugar de equilibrio entre el trabajo que él realiza conjuntamente con el cuerpo técnico, y la institución.

Es sumamente importante esta presencia institucional de él, por la información que posee. De esta manera, a través de él, no se pierde, sino que, por el contrario, se utiliza a favor del cuerpo técnico.

Creo que no hay ningún cuerpo técnico, por lo menos desde que yo conozco, que haya pasado por Nacional y haya trabajado con Julio Moreno, que no tenga palabras de reconocimiento y agradecimiento hacia él.

Álvaro Gutiérrez

Julio Moreno es alguien muy profesional, con muchísima experiencia, que hace que conozca mucho a los jugadores. Les conoce las mañas y ya los saca. Siempre trata de acoplar a los diferentes participantes, sea jugadores con técnicos, técnicos con preparadores físicos, preparadores físicos con médicos. Es un eslabón muy importante, además de ser una gran persona y conocer profundamente la idiosincrasia de Nacional.

Su gran sentido humano lo lleva a estar siempre preocupándose por todos

Martín Lasarte

No conocía personalmente a Julio Moreno, sí por comentarios de Marcelo Tulbovitz. Cuando inicio mi segunda etapa en Nacional, acompañado por Marcelo (Tulbovitz), decidimos que se quedara como colaborador en la parte física. Pasó a encargarse de la tarea de recuperación de jugadores, colaborar en los trabajos físicos e incluso participar en tareas de circuitos grandes donde había muchas estaciones y siempre tenía que estar alguno de nosotros atendiendo al gesto técnico-físico de los futbolistas.

A partir de que empezó a trabajar con nosotros, me di cuenta de por qué estaba hacía tanto en Nacional. Nunca una palabra de más, nunca una desubicación ni meterse en un lugar que no le correspondía.

Voy a contar dos anécdotas: en determinado momento él notó cierta disconformidad por parte de un integrante del cuerpo técnico de la época, me pidió autorización para hablar con el involucrado y su intervención fue muy productiva.

En otra ocasión, cuando el episodio acaecido con Rodolfo Neme y el enfrentamiento que se generó con algunos jugadores, Julio vino a hablar conmigo. Nos sentamos los técnicos en el chalé y tuvo lugar una charla buenísima.

Me hizo reflexionar mucho. Recuerdo que yo estaba entre caliente y desilusionado y con la postura de que “si se va uno nos vamos todos”. Él me hizo entender cuál era la realidad del tema. Más allá de lo que uno hubiera hecho o no, que había cuestiones corporativas e individuales. Lo que quiero decir con esto es que más allá de sus incuestionables condiciones profesionales, su capacidad de recuperador -Julio es muy querido por los futbolistas, muy querido, porque es de esa clase tipos que siempre tiene la palabra justa- más allá de eso como te decía, es un ser humano afable, querible, con la capacidad de hacer o decir algo en el momento adecuado. Tal vez no decía nada en un año o seis meses, pero llegado el momento él estaba ahí para decir algo, o para no decir nada, simplemente acompañando en los momentos difíciles.

Solía quedarse con nosotros hasta el día siguiente en Los Céspedes, cuando era necesario quedarse a mascullar la bronca, a morder el dolor después de haber perdido un partido importante -o cualquiera, porque en Nacional son todos importantes. Con Julio gané un compañero de trabajo y un amigo. A lo largo de su carrera uno cosecha trofeos, copas, viajes, pero a las personas que conocés no hay manera de pagarlas y Julio forma parte de ese grupo.

Valor Nacional

En sus más de treinta años en el club, Julio Moreno ha cosechado 48 títulos, de los cuales 43 son oficiales. Logró 2 títulos con Octava División, 9 en Séptima y la misma cantidad en Quinta, 4 en Sexta, uno en Tercera y suma 18 en Primera División, pero, lo más importantes que ha cosechado el respeto, la admiración y el cariño de todos quienes han sido sus compañeros de trabajo.

“El profe” Moreno ha sido consejero, apoyo, sostén y guía en muchas ocasiones, tanto para los futbolistas como para aquellos con los que ha tocado compartir tareas en el club. Es un valor Nacional.

Ernesto Flores




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