Por José Collazo
26 Mar 2024
opinión

Desde que comenzó la temporada actual, la intención del equipo de Recoba es ir al frente, pero para ello se desprotege en el medio y atrás.

El Chino Recoba es un entrenador que como ha expresado en varias entrevistas, está haciendo sus primeras armas y por lo tanto está aprendiendo a comandar un equipo que, por lo gigante que es, se le exige resultados constantemente.

El pasado clásico del Clausura 2023 en el Parque, fue uno d los partidos que mejor se vio al equipo, en aquella oportunidad, el Chino pobló el mediocampo y si bien el resultado final fue 2-2, el Decano fue muy superior al tradicional rival que terminó festejando la igualdad como si hubieran ganado por goleada.

En aquel partido, Nacional formó con Ichazo; Lozano, Bocanegra, Polenta, Báez; Alberti, Ginella, Yona Rodríguez; Fagúndez; Carneiro y el Colo Ramírez. Desde el comienzo se vio a un Nacional compacto, presionando y llegando con peligro al área rival.

Se me ocurre que este plantel tiene mejores jugadores que el anterior, el problema es que con las rotaciones no se ha logrado ensamblar un equipo estable y eso se traslada partido tras partido a la cancha.

Luego de observar el partido de este sábado ante Progreso, podemos sacar algunas conclusiones: los primeros quince minutos fueron de un desorden total, el equipo estirado en el campo, sin presionar en conjunto, corriendo detrás de la pelota. Sanabria disputó el medio ante un rival que colocó cuatro jugadores en ese sector. Mauricio Pereyra y Diego Zabala hicieron un gran esfuerzo pero no sienten la marca como un especialista en ese rubro y el rival se sintió muy cómodo en ese tramo. Luego, el equipo se paró en campo rival, apretó más las líneas, logró emparejar el partido y en algunos pasajes dominó a los “gauchos”.

La línea de cinco no funcionó de acuerdo a las pretensiones del entrenador, los dos carrileros se iban al ataque al mismo tiempo y para las contras quedaron solo Sanabria en el medio y los tres del fondo mano a mano para defender. Además, con ese sistema de hacer siempre lo mismo, se perdió sorpresa y en el ataque se complicó desbordar al rival por las bandas, al amontonar jugadores sin espacio para desequilibrar.

Hay jugadores para jugar como un equipo compacto, con más presencia en el mediocampo donde estamos jugando casi siempre en inferioridad y eso hace que no podamos desarrollar un juego que domine al rival. Colocar muchos delanteros no es sinónimo de generar juego ofensivo, el equipo entero debe hacerlo.

La línea de tres o de cinco, necesita de un acople que demanda mucho conocimiento entre los protagonistas y eso no se vio este sábado ante Progreso.

Se viene el clásico y evidentemente el cuerpo técnico deberá analizar los movimientos del rival y lograr poner en cancha un equipo que no se muestre desbalanceado. Hay jugadores, se necesita un cambio en la planificación. Sacarle la pelota al rival es básico y eso solo se logra con un equipo que ocupe los espacios en el terreno de juego sin dejar los enormes claros que quedaron ante el equipo del pantanoso.

Con toda la fe en que se puede cambiar para lograr un triunfo ante el tradicional rival, que a esta altura es muy necesario.





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